viernes, 23 de marzo de 2012

Capitulo III: La verdad, 20 de enero.

Volví a mi rutina de siempre, la de todas la mañanas, pero con la diferencia de que esta vez no escribía sobre el odio, si no, que pensaba en mis sospechas sobre la nueva enfermedad.
Tenia que buscar respuestas ante esa situación, pero no sabia por donde empezar.
* * * * * * * * * *
Llegué a casa depresiva y encontré a mi madre en el salón con una con una botella de vino casi acabada un una copa llena hasta el borde. Tenia la mirada perdida.
Fui hacia ella y le quité la botella de la mano.
-¿Pero que haces?- Dije arrebatándole la copa de la mano.
-Tu padre, a estado aquí.- Contestó ella con un hilo de voz. No era posible, mi padre murió tiempo atrás, y por eso ella comenzó a beber hasta que lo superó, más o menos...
-Mama no digas gilipolleces.- La dije preocupada -Papa murió hace tiempo.-
-Estaba justo delante de mi, le vi.- Repetía una y otra vez.
- Papa murió en la clínica, hace ya dos años mama, por la enfermedad que contr...-Y me quedé callada, mi padre contrajo una enfermedad que le mató, el trabajaba en una clínica que investigaba todo tipo de enfermedades, quizá si iba podía encontrar esas respuestas que tanto ansiaba encontrar. Tenía que ir allí lo antes posible, ellos estarían al tanto de esta enfermedad y podrían hacer algo.-Mama, vete a la cama, descansa. Yo voy a hacer unos recados.- Le dije y la llevé a la cama. Cogí el coche y me fui a la clínica donde trabajaba mi padre...
Llegué una hora más tarde a la oficina, no tenia nada que perder por intentarlo. Entré y fui a buscar a uno de los mejores amigos de mi padre el doctor David Gomez. Los dos trabajaban en descubrir nuevas enfermedades y su cura.
-Hola Jesica, cuanto tiempo.- Me saludó y me dio un abrazo.
-Hola doctor Gomez.- Le saludé - Tengo que hablar contigo de una cosa...-
-Si, dime.-
- Verás, supongo que estas al corriente de esa enfermedad de África ¿No?- Le dije y su cara cambió de una felicidad absoluta a una seriedad impresionante.
- No deberías meterte en esas cosas- Me contestó- Son asuntos de el gobierno y de sanidad.-
-Lose, pero tengo que decirte que esa enfermedad a llegado aquí- El me miró y me empujó a su despacho.
-¿Que ha llegado a este país?- Dijo perplejo- ¿Como sabes tu eso?-
- Verás hace unas semanas unos ladrones vinieron a robar a mi casa.- Le dije y le empecé a contar toda la historia, el asentía con la cabeza, parecía que me creía.
- Entiendo.- Dijo y se me mandó a sentarme mientras el se sentaba en su silla.
- ¿Tu me crees?- Le pregunté.
-Si.- Me contestó el y empezó a rebuscar entre sus cajones.-Veras, esa enfermedad de África la provocamos nosotros, sin querer claro. Estábamos buscando una cura contra el cáncer, al principio lo probábamos con animales pequeños, y funcionaba, empezamos a hacerlo que animales más y más grandes y todo iba bien, solo faltaba probarlo con un ser humano. Un día viajamos a África para poner vacunas contra enfermedades normales de ahí...Malaria y todo eso...y encontramos un paciente que tenia cáncer así que decidimos ponerle la vacuna, dado el alto indice de mortalidad que hay en África nadie sospecharía de nosotros. Le estuvimos haciendo bastantes pruebas, todo iba genial, el paciente se recuperaba rápidamente, todo iba sobre ruedas, pero a las pocas semanas murió. Nos quedamos desolados, en un principio creían que eran causas naturales pero nosotros pensábamos que era la vacuna. Así que queríamos hacer nosotros la autopsia. Estábamos a punto de empezar cuando de repente se despertó, era un milagro. Pero se levantó e intento atacarnos y a uno de mis compañeros lo mordió. Los guardas entraron y le dispararon mas de 7 veces, al final murió de un tiro en la cabeza.-
-Mordió a un forense...- Dije -¿Que hicisteis con el?-
-Le pusieron una vacuna y le dieron la baja por enfermedad.- Contestó - Pero a los pocos días empezó a cambiar, buscaba peleas con gente del barrio y no comía nada.-
-Murió, ¿verdad?- Pregunte, aunque sabia perfectamente la respuesta.
-Si, pero no.- Dijo el y yo me quede helada- Si es cierto que murió, pero atacó a un compañero después de morir, y la enfermedad se ha extendido un poco desde en toces.-
-Ya esta provocando muertes en este país...- Dije enfadada.- Esa enfermedad ha estado en mi propia casa-
-Me comunican cada muerte por esa enfermedad, así que soy consciente de lo que pasa. Toma esto.- Dijo y me tendió un papel. Miré el papel, era una carta hacia el , de mi padre.
-¿Que broma macabra es esta?- Dije, la carta estaba fechada el día 17 de enero del 2012, tres días antes.
-Me la ha enviado tu padre, hace tres días.-Contestó el.
-Mi padre murió hace dos años...-Dije mirando la carta con lágrimas en los ojos.-No tienes derecho a hacer esto.- miré la carta detenidamente, era la letra de mi padre.
-Tu padre no murió, era una tapadera- Dijo el- Tu padre esta en África, el fue el que invento la vacuna.
-La enfermedad se contagió hace semanas, no años- Dije.
-No Jesica, fue creada hace mucho tiempo, pero ahora la enfermedad es más fuerte, y por eso lo medios lo han difundido.-Dijo el. Le miré, la verdad es que le creía.
-Cuando legues a tu casa léela, puede que te resuelva alguna duda.- Me dijo y se levantó. -No le digas a nadie que hemos mantenido esta conversación, nunca.-
-Vale.-Dije, me levante, me dirigí a la puerta y le miré. -¿Que pasaría si la enfermedad se extendiese por aquí?-
-Moriríamos todos.- Dijo el y se volvió a sentar poniendo las manos sobre su cabeza. Yo abrí la puerta y me fui.
¿Podría ser posible que mi madre viera realmente a mi padre?¿La enfermedad era la misma que la de los ladrones? No tenia contestaciones a estas preguntas, necesitaba las respuestas, no aguantaba más.


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