jueves, 22 de marzo de 2012

Capitulo I: El comienzo de todo, 13 de enero.

Era una fría y nublada mañana del 13 de enero del 2012, me dirigía al instituto, pero no pensaba entrar, llevaba sin entrar casi dos meses, sin contar las vacaciones de navidad...No quería entrar a clase no aguantaba en ese lugar, lo odiaba con todas  mis fuerzas.
Me dirigí a un árbol de un parque cercano a mi casa, el árbol al que iba todas las mañanas y en donde me despejaba de todo, era como si desconectara de la vida, como si todo lo que estaba a mi alrededor desapareciera. Estaba sola, pero me gustaba esa sensación. 
En ese momento pasó por delante Jack, un compañero de clase, una de las pocas personas a las que no odiaba y que siempre me ayudaba...
-Hey, que pasa.- Me dijo y me dio dos besos.
-Que pai- Le dije, nunca comprendí por que mierda decía que pai pero me hacia mucha gracia.
-Hoy tampoco entras¿No?-
-No.- Dije -No tengo nada que hacer, ya no tengo futuro.- Y esbocé una leve sonrisa, aun que la verdad que no e hacia ninguna gracia...
-Deberías entrar...- Dijo -Pero bueno, tu sabrás que quieres hacer con tu vida, nadie puede obligarte a nada.-
-No me des tu también la charla, por dios.-Dije, estaba cansada de que todos me dijeran lo mismo.
-Bueno lo dicho, ya nos vemos.- Me dio dos besos y se fue. Dejé mi mochila en el suelo y me senté en el frio césped.
-Joder, mi vida es una mierda.- Dije en voz alta. Saqué un cuaderno de la mochila y me puse a escribir sobre el odio que sentía hacia todo...Me puse los cascos a todo volumen y desconecté de todo.
Pasó como una hora y media (o eso me pareció a mi) y me quité los cascos, miré a mi alrededor y vi a las marujas andando y hablando de sus chismes, que pena, señoras de 45 a 50 años con más vida social que yo, doy asco.
Me levanté y miré la hora, las 11:35, llevaba más de tres horas sentada en el césped con música y cagándome en la humanidad. Que rápido pasa en tiempo cuando solo sientes odio.
Guardé mis cosas en la mochila, estaba cansada de estar ahí, sin hacer nada, así que decidí irme a casa, le pondría una escusa tonta a mi madre y punto. Empecé a caminar, notaba algo raro como si fuera a pasar algo malo, iba pensando en mis cosas cuando crucé un paso de cebra sin mirar y un coche paso rapidísimo delante mía, casi me atropella. 
-Dios, que poco me ha faltado.- Murmuré y seguí caminando hacia mi casa, entré tranquilamente y deje las llaves en la mesa de la entrada. -Mama no tenia clase estas tres últimas horas y me he venido a casa.-  pero nadie me contestó.-¿¡Mama!?- nada, que nadie contestaba así que busqué a mi madre por toda la casa.- Joder, si se había ido a comprar...- murmuré y me dirigí al salón para sentarme a ver la televisión. Justo cuando iba a encenderla escuché un ruido en la puerta, (no es ella) pensé (aún no ha pido llegar...) se empezaron a escuchar golpes fuertes, no sabía que hacer. Decidí subir a la planta de arriba y entonces la puerta se abrió de par en par, me asomé un poco para ver que pasaba, vi a dos hombres con pasamontañas.
-Venga, cojamos todo lo posible.- Dijo el primer hombre, con voz ronca.
-Tu busca en la planta de abajo, yo iré arriba.- Dijo el segundo hombre. Se escucharon pasos, esos tios habían entrado a mi casa a robar, y yo esta dentro...
Fui al cuarto de baño sin hacer ruido cerré con cuidado, cogí mi móvil y llamé a emergencias.
-Emergencias, dígame.-
-Socorro, hay unos hombres en mi casa, van a robar, ayúdeme.- Dije en voz baja
No se preocupe, dígame donde viv...-Se cortó.
-¿Hola?¿Hola?- Dije, pero no había respuesta, miré el móvil, se había acabado la batería.-No, no, no, no, no-dije intentando encenderlo, pero era imposible. Miré a mi alrededor para buscar algo con lo que defenderme, abrí un cajón y vi las tijeras de cortar el pelo que compró mi madre hace tiempo, las cogí y me puse detrás de la puerta, si  entraban en el baño estaría perdida. Escuché unos pasos en la planta de arriba y de repente se dejaron de escuchar. Vi con horror como se movía el pomo de la puerta, no sabia que hacer.
La puerta se abrió y vi en el reflejo del espejo al segundo hombre, llevaba un pasamontañas, solo se le podía ver la boca y los ojos. No sabía que hacer, de repente me miró y me quede helada, había algo en su ojos que me aterraba, antes de que pudiera reaccionar sujeté con fuerza las tijeras y le apuñalé con ellas en el cuello, si algo había aprendido en el instituto es que si te cortan la carótida estas realmente jodido. Me salpicó muchísima sangre el hombre se desplomó y el suelo se empezó a volver de color rojo. -Dios mio, he matado a un hombre...- Murmuré con lágrimas en los ojos.
El ruido del hombre al desplomarse alertó al otro que le llamó.
- Marck ¿que haces?- dijo, pero no obtuvo respuesta. -Joder- dijo y empezó a subir las escaleras. Yo salí corriendo con la desgracia de chocarme con el. Me cogió de los hombros y me estampó contra la pared, las tijeras salieron despedidas y el hombre me cogió de una pierna mientras yo me arrastraba.
-¡SUÉLTAME!- Grité con todas mis fuerzas, pero no servia de nada, empecé a patalear y a intentar huir usando los brazos como impulso, me agarré a la barandilla de la escalera y en ese momento escuché un grito a mis espaldas y el hombre me soltó, mire hacia atrás y perpleja vi como el hombre al que apenas unos minutos había visto desangrarse en el suelo de mi baño se había levantado y estaba atacando a su compañero, me levanté corriendo y vi como le mordía en un brazo y luego en el cuello. Los dos cayeron al suelo y el segundo hombre le empezó a abrir la tripa, y a comerse a su compañero. salí corriendo a la cocina a por el teléfono parra llamar a la policía pero el hombre me siguió. Caminaba muy lento, el pasamontañas se le había roto, mostrando una piel grisácea, sus ojos se habían vuelto totalmente grises e inyectados en sangre y hacia un ruido extraño, era como si gruñera.
Busqué algo con que defenderme y vi los cuchillos de cocina, justo delante de el, le tiré un plato a la cabeza que hizo que se tambaleara, cogí un cuchillo y se lo clavé en la cabeza.
Ese ser no era humano, no sabia que era, pero estaba convencida de que no era humano...



No hay comentarios:

Publicar un comentario