sábado, 24 de marzo de 2012

Capitulo VI: Supervivencia, 23 de enero.

Ya habíamos pasado dos noches en esa situación.
Nos asomábamos a las ventanas y todo estaba desierto...
Eramos quince personas  en una casa no muy grande, y los más mayores habían tomado el control, pero no sabían que decisiones tomar. Ese día ocurrió un imprevisto, los suministros que teníamos no eran muchos y en unos días la comida empezaría a escasear así que los mayores subieron al piso de arriba a hablar del tema, mientras que nosotros estábamos abajo.
-Tenemos que ir a por alimentos.- Dijo Charlie.- Si no acabaremos muertos de sed y de hambre...-
-Tiene que ir alguien.- Dijo Chelsy.
-Seguramente irán nuestros padres.- Dijo Aly.- Ellos pueden ir.-
-Ellos no son tan ágiles como nosotros.-Dijo Jack.-Nosotros tenemos más resistencia  física.-
-No dejarían que fuéramos.- Dijo Chelsy. Yo estaba sentada en un rincón pensando. Tenia que ir, no solo a por suministros, tenia que ir a buscar al doctor Gomez, el sabia donde estaría mi padre, el sabría donde estaba la cura.
Me levanté y fui a por mi chaqueta, tenia que ir y nadie me iba a detener.
-¿Que haces?-Dijo Jack.
-Me voy, hay que ir a por suministros, no podemos quedarnos pensando en que hacer, hay que actuar rápido, decisiones rápidas.- Dije y cogí una mochila.
-¿Estas loca o que?- Dijo Aly. -Es un suicidio que vallas tu sola.-
-Estoy preparada, soy rápida ellos son lentos y tengo armas.-Dije, la verdad es que no me lo creía ni yo.
-¿Pero tu quien te crees que eres? ¿Superman?- Dijo Jack y se acercó a mi.- ¿Te crees que puedes salir tan campante sin que te pase nada? Tu no tienes fuerza, si te pillan por sorpresa estarás muerta.-
-Pues mejor que no me pillen por sorpresa, ¿No?- Dije y empece a meter cosas en la mochila, una pistola, un cuchillo y una cuerda, lo guardé todo y cogí una escopeta.
-No hace falta que ta hagas la chulita con nosotros, que por que has matado a un hombre ya te crees que puedes hacer cualquier cosa...- Dijo Jack y me empecé a acercar a el.
-Si, maté a un ladrón que tenia la intención de matarme, pero no solo le maté una vez, si no dos, y también a un zombie. ¿A cuantos as matado tu? Ninguno, no sabes como son, solo sabes lo que has visto en la televisión y en las malditas películas.-Dije, me empezaba a enfadar cada vez más, se creía que podía con todo, pero no era así.
-Para salir ahí fuera tienes que ser fuerte, tener reflejos, y tu no tienes ninguna de las dos cosas.-Dijo el.
-Para salir ahí fuera tienes que pensar rápido, y tu no piensas.- Dije y me fui hacia la puerta.
-Jes, espera, yo te acompañaré.- Dijo Charlie. Le miré, se había puesto una chaqueta y había cogido un par de armas.
-¿Estas seguro?- Dije, no quería que le pasara nada malo.
-Si.-Contestó el.- Eh, cuidad de mi hermana.- Les dijo a los demás.-Y cubrirnos por si preguntan.- Y empecé a abrir las puertas y salimos.
Miré la hora, eran las cinco de la tarde y estaba algo nublado, salimos del jardín sin quitar nada y nos dirigimos al coche.
-No hagas ruido, por lo que más quieras.-Le susurré a Charlie. La calle estaba desierta solo estaban nuestros coches y un par más. Nos subimos al coche y pudimos respirar tranquilos.
-¿Hay que ir con tanta tensión?-Dijo Charlie con una sonrisa.
-La verdad es que con un poco menos quizá no suframos el riesgo de que nos dé un paro cardíaco.-Dije sonriendo y arranque el coche. Me dirigí a la ciudad para coger víveres.
-No te cae bien Jack¿No?- Me preguntó entonces Charlie.
-No es que me caiga mal es que es un chulito que va de...-Me quedé callada y paré el coche. Era increíble, la ciudad estaba llena de zombies.-Esto es una de las cosas que no me esperaba para nada.-Dije en voz baja.
-¿Que hacemos?-Dijo Charlie, le temblaba la voz, pero parecía muy sereno.
-Tenemos dos opciones.- Dije.- Seguir hacia delante y atropellarlos a todos con el temor de que el coche se rompa y nos deje tirados...-
-¿O?-Pregunto el.
- Volver a casa y conducirles hacia donde vivimos, lo cual no estaría nada bien.- Dije.
- Cualquiera de las opciones es mala..-Dijo el. Entonces escuchamos unos golpes, había un zombie golpeando el maletero.- ¿Pero que coño esta haciendo ese?- Dijo Charlie. En ese momento encendí en motor, si seguíamos parados llamaríamos la atención de todas formas.-¿Que vas a hacer?-
-Un suicidio.- Dije y aceleré el coche empezó a ir cada vez más y más rápido y empecé a atropellarlos a todos. La verdad que era gracioso pero preocupante a la vez, por que si perdía el control sería una muerte segura, tenía que buscar un sitio donde no hubiera muchos zombies y que estuviera cerca de algún mercado para coger todo lo que necesitábamos.-Necesito encontrar un puñetero supermercado.-
-Casi al final de la ciudad hay uno bastante grande.- Dijo Charlie. Perfecto, al final de la ciudad, no podía estar más cerca, no.
Empecé a tomar calles que estaban medio vacías, moverse por ahí era lo mejor, así ello se sentían atraídos y a la vuelta las calles del centro estarían despejadas.
Al rato de estar atropellando zombies llegamos.
-Venga corre.-Dije y salimos a toda prisa del coche. Entramos en el supermercado, no había muchos zombies a la vista así que corrimos a por lo más importante.-Mierda, ve a por el coche lo necesitamos dentro para meter todo.-Le dije a Charlie.-Ten cuidado.- Y fue corriendo.
yo mientras veía como los zombies se iba acercando a mi...Apunté y disparé a uno en la cabeza y cayó desplomado. En ese momento llegó Charlie.
-¿Estas bien?-Me preguntó.
-Si, cojamos todo lo posible.-Dije y empezamos a meter todo lo que podíamos.-No podemos entre los dos, yo vigilo tu coge todo.- Dije.
-No, ya me encargo yo.-Dijo el y empezó a matarlos.
Cogí todo lo posible y lo metí en el coche, cinco minutos después teníamos todo lo que necesitábamos. Pero aún teníamos que salir de ahí...


Capitulo V: Peligro (segunda parte),21 de enero.

No podíamos salir por la ventana y os seres estaban dando golpes a la puerta.
Empezaba a agobiarme, parecía una pesadilla, solo quería despertarme y que nada de eso hubiera pasado, volver a mi vida normal, pero no iba a ser así.
-No se como vamos a salir de aquí- Dijo angustiada y con lágrimas en los ojos.
-Tenemos que poner algo en la puerta para que no ceda por el peso.- Dijo Aly, miramos por la habitación y vimos la mesa de escritorio.-Pongámosla delante.-Dijo ella y la colocamos pegada  la puerta, no serviría de mucho, pero algo es algo. Me apoyé en la mesa y mire hacia arriba.
No me podía creer que todo fuera a acabarse ahí, no quería creerlo, que esos seres asquerosos fueran a matarnos en cuestión de minutos y que luego nos convirtiéramos en descerebradas...De pronto me fijé en el techo, era de esos que se podía levantar, cabía la pequeña esperanza de que pudiéramos salvarnos.
-Aly, mira.- Dije señalando el techo.-Vamos por ahí, por el techo.- Aly me miró raro, pero no podíamos estar encerradas ahí mucho tiempo así que cedió.
-Cojamos la silla, la ponemos encima y nos vamos.-Dijo ella y cogimos la silla de escritorio.
 -Venga sube, rápido.- Dije y empezó a subir. En ese momento la puerta empezó a ceder cada vez más, y empezaron a verse los dedos podridos de los seres. subí corriendo a la mesa pero la empezaron a empujar y la silla se resbalaba.
-Coge mi mano¡corre!- Me dijo Aly tendiéndome la mano y conseguí subir antes de que la puerta cediera del todo.
-Que poco a faltado.- Dije, estaba aún con lágrimas en los ojos.-Venga, vamos hacia adelante, con suerte acabamos cerca de la salida.- Dije y empezamos a gatear. Llevábamos unos cinco minutos avanzando y nos paramos, era muy difícil ir por ahí estaba todo oscuro y con la luz de los móviles no se hacia mucho.
-¿Y si levantamos uno de estos chismes y vemos donde estamos?- Dijo Aly señalando el techo que teníamos a los pies y quitamos con cuidado y vimos donde estábamos.
-Es la primera sala, donde estaban todos.-Dije asomándome.-Aparentemente no veo ninguno, pero desde aquí no hay mucha visibilidad, y la caída no es muy grande.- Dije y la miré.
-Venga salta, no seas gallina.-Dijo ella. La miré y sonreí.
-Si no fuera por que tenemos que salir de aquí te daría una paliza.-Dije, saqué las piernas que quedaron colgando en el aire y finalmente salté. Era más altura de la que me esperaba y me hice bastante daño, me levanté como pude y vi que a pocos metros había uno de ellos y mi caída le había llamado la atención. Miré a mi alrededor en busca de algo con lo que le pudiera dar y encontré los hierros de una camilla rota, cogí uno y caminé muy decidida hacia el, entonces Aly saltó.-Cuidado Aly, joder.-Dije en voz baja y la levanté con cuidado.-Mira.- Dije señalando al ser y luego señalando los hierros. Ella fue a por uno y yo empecé a darle en la cabeza hasta que cayó al suelo y se lo clavé.
-Vámonos.- Dijo ella y nos fuimos con cuidado hasta la puerta, salimos y la atrancamos con los hierros.
Nos alejamos un poco y nos tranquilizamos.
-Tenemos que llamar a la policía y que los maten a todos.- Dijo Aly y sacó su móvil.
-¿En serio crees que nos van a creer?¿Que van a creer que hay zombies en un hospital?¿En serio?-Dije, era una chorrada.
-¿Y que se supone que tenemos que hacer?¿Dejar que venga alguien y se encuentre con todo esto?-Dijo ella.- ¿Que abra esas puerta y salgan todos?- La verdad es que tenia razón, no podíamos dejar que cualquier persona fuera y dejara que los zombies escaparan.
-Está bien, llama...-Dije y llamó.
* * * * * * * * * *
Al rato llegaron cinco coches de policía, se bajaron de el cocho y un grupo de cuatro entró muy decidido, pero se empezaron a escuchar tiros y el resto entró para ayudarles.
-Están muriendo, no lo conseguirán.-Dijo Aly y muró los coches de policía.-Miremos a ver si tienen armas.- Y empezamos a buscar, tenían bastantes así que Aly fue a buscar el coche para meterlas todas y toda la munición. Aly llegó y metimos todo en el coche.
-Vámonos de aquí...- Dije.
-Pero hay que atrancar la puerta.-Dijo Aly.
-Cerramos la verja, no hay más que hace, al fin y al cavo van a salir.-Dije y me subí al coche, Aly se subió con lágrimas en los ojos. Nos fuimos y cerramos la verja, pero sabíamos que tarde o temprano saldrían.
Aly estuvo medio trayecto callada, lloraba.
-Tenemos que llamar a nuestras familia y amigos y avisarles, meternos en una casa y atrincherarnos ahí, a salvo.-Dijo finalmente.La miré.
-Bien, llama a tus padres y diles que vallan a mi casa, estaremos ahí el tiempo que podamos, a estas alturas ya todos sabrán lo que esta pasando.- Dije muy seria.
-También voy a llamar a Jack, Chelsy y Charlie.- Dijo Aly.- Son nuestros amigos.-
-Esta bien, pero que se den prisa.- Dije y llamó a todos.
A las pocas horas eramos 15 en la y ya habíamos protegido bien la casa. Todos estaban asustados y no sabíamos cuanto tiempo podíamos estar ahí, a salvo de todo...


viernes, 23 de marzo de 2012

Capitulo IV: Peligro, 21 de enero.


Ese día decidí leer la carta. No tenia respuestas a mis preguntas pero quizá esa carta las tendría.
La cogí de encima de la mesa, donde el día anterior la había dejado, y empecé a leer:

Estimado Doctor Gomez:


Te escribo desde Tanger, ya sabes, en África...
Aquí la situación es insostenible, la enfermedad a crecido rápidamente y no podemos controlar la situación, los equipos que hay aquí no me proporcionan toda la información que necesito así que he decidido volver lo antes posible.
Aún recuerdo que abandoné a mi mujer y a mi hija por esto y me reconcome por dentro, tu eres mi amigo, eres como mi hermano, tienes que entenderlo.
Volveré el día 20 de enero, o por lo menos eso espero.
Aún no he encontrado una cura para este fallo pero con la tecnología de allí creo que lo podré conseguir.


Un gran abrazo, Jay.


Terminé de leer la carta, era posible que hubiera venido a vernos, o a ver a mi madre, quizá era verdad de que mi madre le vio...Pero en ningún caso iba a decirle a mi madre que el había vuelto, si nos abandonaba otra vez ella se quedaría destrozada.
Me puse de nuevo a pensar, quizá si iba a la policía y buscara al tío que llevaba el caso del incidente en mi casa podría decirme si los ladrones estuvieron el África. Así que decidí ir...
Llegué al cuartel y busqué al inspector que llevaba mi caso y con el que hablé el día del incidente. El me miró y vino hacia mi.
-Hola- Me saludo-¿Ya mejor?-
-Si, pero tengo que preguntarle una cosa muy importante, para mi...- Le dije
-Dime-
-¿Los ladrones de mi casa estuvieron en África?- Pregunté, no estaba muy convencida de que me fuera a contestar pero tenia que intentarlo...
-Veamos, no debería de decírtelo, pero no veo ningún mal...-Dijo - A ver uno e ellos estuvo recientemente, el otro no.-
-Vale- Le contesté.-Gracias, en serio, adiós.- Me despedí y me fui corriendo, necesitaba descansar.
* * * * * * * * * *
Llegué a casa y me fui a echar la siesta. Cuando me levanté estaba sudando, había tenido una pesadilla así que me duche tranquilamente y fui a merendar, vi a mi madre comiendo cereales y me animé.
-¿Que ves?- Le pregunté mientras me ponía un bol de cereales.
-Noticias de última hora.- Me contestó, no presté mucha atención hasta que escuché que hablaban de África.
La enfermedad ya se había extendido por media África, en tan poco tiempo...Me terminé los cereales y fui a llamar a Aly, tenia que contárselo todo.
Al rato vino y le conté todo, hasta le enseñé la carta de mi padre.
-Vale, esto es en serio ¿No?-Dijo ella, ahora si que empezaba a creerme.-Vale...tengo una idea, vallamos al hospital donde le hicieron la autopsia.-
-Tu estás mal de la cabeza.- Le dije impresionada.- Además para que vamos a ir, es una chorrada.-
-Hablaremos con las enfermeras, las preguntaremos que ocurrió.- Dijo ella muy convencida.
Cogimos el coche y nos fuimos al hospital, íbamos deprisa, no queríamos que se hiciera de noche.
Cuando llegamos todo estaba solitario, no había nadie en el parking pero habían bastantes coches. Nos bajamos del coche y miramos a nuestro alrededor, no se oía nada, era un silencio incomodo y extraño.
Nos dirigimos a la puerta y nos quedamos mirando.
-Las luces están apagadas.- Dijo Aly. Empujé la puerta y se abrió.
-Está abierto..- Dije y entré, ella estro detrás de mi.
No había nadie, ni si quiera en recepción, caminamos por un pasillo, no veíamos gente ni en las salas de espera si en la habitaciones.
-Posiblemente han cerrado.- Dije.
-Mira.- Me dijo Aly señaló una puerta, estaba ensangrentada. Nos miramos con miedo.-Aquí a pasado algo.-
La miré, no sabía si abrir la puerta o no, la verdad es que tenia miedo. Cogí un extintor, solo por si acaso teníamos que defendernos, no me fiaba de lo que hubiera detrás de la puerta. Aly abrió con cuidado la puerta y lo que vimos fue entre asqueroso y aterrador...
Olía a podrido, había un montón de gente en un corrillo, gruñían y gemían con rabia. Aly y yo nos quedamos muy quietas, aún no nos habían visto, pero en ese momento uno de ellos se giró y nos miró fijamente, tenia carne colgando de la boca y estaba lleno de sangre, era igual que el ladrón de mi casa.
-Nos..ha..visto...- Susurró Aly.
-Retrocedamos muy lentamente.-Dije, y empezamos a retroceder pero el ser empezó a venir lentamente hacia nosotras, llamando la atención de los demás.-¡CORRE!-Dije y salimos corriendo por el pasillo.
-No podemos llevarles hasta la salida.- Dijo Aly.
-¿Y que mierda hacemos?- Dije desesperada, los teníamos justo detrás a unos pocos metros de nosotras.
-Busquemos unas escaleras, subamos a la azotea o algo así...-Dijo ella y empezamos a buscar las escaleras, con la desgracia de que nos las habíamos pasado y los seres estaban demasiado cerca de ellas...
-Estamos perdidas, están en las puñeteras escaleras.- Dije y miré a mi alrededor, había una habitación, mas bien un despacho, era la única salida posible.-Vamos allí- Dije señalándolo, fuimos corriendo y cerramos. Empezamos a escuchar un gruñido cerca de nosotras. Me giré y vi a un ser en la habitación, venia hacia nosotras.
-El extintor- Dijo Aly. Aún tenia el extintor en la mano, ni me había dado cuenta de que lo llevaba cargando, cogí impulso y le di con el en la cabeza. El ser calló al suelo.
-Por un pelo- Dije, pero el ser se empezó a arrastrar por el suelo intentando agarrarme la pierna, Aly me quitó el extintor y le aplastó la cabeza con el, salpicándolo todo.
-Que asco joder..-Dijo mirándose las zapatillas llenas de sangre.
-Busquemos una salida, ya.- Dije y miré a la ventana, quizá si no estábamos a mucha altura podríamos saltar. Aly se asomó.
- Necesitamos una cuerda o algo similar.- Dijo.
Se empezaron a escuchar ruidos en la puerta. Estaban cada vez más cerca, y nosotras sin salida...



Capitulo III: La verdad, 20 de enero.

Volví a mi rutina de siempre, la de todas la mañanas, pero con la diferencia de que esta vez no escribía sobre el odio, si no, que pensaba en mis sospechas sobre la nueva enfermedad.
Tenia que buscar respuestas ante esa situación, pero no sabia por donde empezar.
* * * * * * * * * *
Llegué a casa depresiva y encontré a mi madre en el salón con una con una botella de vino casi acabada un una copa llena hasta el borde. Tenia la mirada perdida.
Fui hacia ella y le quité la botella de la mano.
-¿Pero que haces?- Dije arrebatándole la copa de la mano.
-Tu padre, a estado aquí.- Contestó ella con un hilo de voz. No era posible, mi padre murió tiempo atrás, y por eso ella comenzó a beber hasta que lo superó, más o menos...
-Mama no digas gilipolleces.- La dije preocupada -Papa murió hace tiempo.-
-Estaba justo delante de mi, le vi.- Repetía una y otra vez.
- Papa murió en la clínica, hace ya dos años mama, por la enfermedad que contr...-Y me quedé callada, mi padre contrajo una enfermedad que le mató, el trabajaba en una clínica que investigaba todo tipo de enfermedades, quizá si iba podía encontrar esas respuestas que tanto ansiaba encontrar. Tenía que ir allí lo antes posible, ellos estarían al tanto de esta enfermedad y podrían hacer algo.-Mama, vete a la cama, descansa. Yo voy a hacer unos recados.- Le dije y la llevé a la cama. Cogí el coche y me fui a la clínica donde trabajaba mi padre...
Llegué una hora más tarde a la oficina, no tenia nada que perder por intentarlo. Entré y fui a buscar a uno de los mejores amigos de mi padre el doctor David Gomez. Los dos trabajaban en descubrir nuevas enfermedades y su cura.
-Hola Jesica, cuanto tiempo.- Me saludó y me dio un abrazo.
-Hola doctor Gomez.- Le saludé - Tengo que hablar contigo de una cosa...-
-Si, dime.-
- Verás, supongo que estas al corriente de esa enfermedad de África ¿No?- Le dije y su cara cambió de una felicidad absoluta a una seriedad impresionante.
- No deberías meterte en esas cosas- Me contestó- Son asuntos de el gobierno y de sanidad.-
-Lose, pero tengo que decirte que esa enfermedad a llegado aquí- El me miró y me empujó a su despacho.
-¿Que ha llegado a este país?- Dijo perplejo- ¿Como sabes tu eso?-
- Verás hace unas semanas unos ladrones vinieron a robar a mi casa.- Le dije y le empecé a contar toda la historia, el asentía con la cabeza, parecía que me creía.
- Entiendo.- Dijo y se me mandó a sentarme mientras el se sentaba en su silla.
- ¿Tu me crees?- Le pregunté.
-Si.- Me contestó el y empezó a rebuscar entre sus cajones.-Veras, esa enfermedad de África la provocamos nosotros, sin querer claro. Estábamos buscando una cura contra el cáncer, al principio lo probábamos con animales pequeños, y funcionaba, empezamos a hacerlo que animales más y más grandes y todo iba bien, solo faltaba probarlo con un ser humano. Un día viajamos a África para poner vacunas contra enfermedades normales de ahí...Malaria y todo eso...y encontramos un paciente que tenia cáncer así que decidimos ponerle la vacuna, dado el alto indice de mortalidad que hay en África nadie sospecharía de nosotros. Le estuvimos haciendo bastantes pruebas, todo iba genial, el paciente se recuperaba rápidamente, todo iba sobre ruedas, pero a las pocas semanas murió. Nos quedamos desolados, en un principio creían que eran causas naturales pero nosotros pensábamos que era la vacuna. Así que queríamos hacer nosotros la autopsia. Estábamos a punto de empezar cuando de repente se despertó, era un milagro. Pero se levantó e intento atacarnos y a uno de mis compañeros lo mordió. Los guardas entraron y le dispararon mas de 7 veces, al final murió de un tiro en la cabeza.-
-Mordió a un forense...- Dije -¿Que hicisteis con el?-
-Le pusieron una vacuna y le dieron la baja por enfermedad.- Contestó - Pero a los pocos días empezó a cambiar, buscaba peleas con gente del barrio y no comía nada.-
-Murió, ¿verdad?- Pregunte, aunque sabia perfectamente la respuesta.
-Si, pero no.- Dijo el y yo me quede helada- Si es cierto que murió, pero atacó a un compañero después de morir, y la enfermedad se ha extendido un poco desde en toces.-
-Ya esta provocando muertes en este país...- Dije enfadada.- Esa enfermedad ha estado en mi propia casa-
-Me comunican cada muerte por esa enfermedad, así que soy consciente de lo que pasa. Toma esto.- Dijo y me tendió un papel. Miré el papel, era una carta hacia el , de mi padre.
-¿Que broma macabra es esta?- Dije, la carta estaba fechada el día 17 de enero del 2012, tres días antes.
-Me la ha enviado tu padre, hace tres días.-Contestó el.
-Mi padre murió hace dos años...-Dije mirando la carta con lágrimas en los ojos.-No tienes derecho a hacer esto.- miré la carta detenidamente, era la letra de mi padre.
-Tu padre no murió, era una tapadera- Dijo el- Tu padre esta en África, el fue el que invento la vacuna.
-La enfermedad se contagió hace semanas, no años- Dije.
-No Jesica, fue creada hace mucho tiempo, pero ahora la enfermedad es más fuerte, y por eso lo medios lo han difundido.-Dijo el. Le miré, la verdad es que le creía.
-Cuando legues a tu casa léela, puede que te resuelva alguna duda.- Me dijo y se levantó. -No le digas a nadie que hemos mantenido esta conversación, nunca.-
-Vale.-Dije, me levante, me dirigí a la puerta y le miré. -¿Que pasaría si la enfermedad se extendiese por aquí?-
-Moriríamos todos.- Dijo el y se volvió a sentar poniendo las manos sobre su cabeza. Yo abrí la puerta y me fui.
¿Podría ser posible que mi madre viera realmente a mi padre?¿La enfermedad era la misma que la de los ladrones? No tenia contestaciones a estas preguntas, necesitaba las respuestas, no aguantaba más.


jueves, 22 de marzo de 2012

Capitulo II: No es más que el principio,18 de enero.

La nueva herida que le había hecho no sangraba, me parecía raro pero no le presté mucha atención.
Miré mis manos, estaban llenas de sangre.
No podía creer lo que acababa de ocurrir, no solo había matado a un hombre, si no, que lo había matado dos veces, no tenia sentido, era imposible.
Me quedé mirando el cadáver. Mis manos, mi cara y mi ropa goteaban sangre.
Cogí el teléfono fijo y llamé a la policía...
* * * * * * * * * *
Después de hacerme contar cincuenta veces la historia se fueron y me dejaron con mi madre, la cual estaba flipando (cosa que me parecía totalmente normal).
-En...en serio...se levantó después de...- Me dijo preocupada.
-Si.- Contesté - ¿Cuantas veces tendré que decirlo?-
- Cariño... no tomarás drogas ¿No?- Me preguntó y puso su mano en mi hombro. Yo me quedé flipando.
-Si, y hacen que me imagine gente muerta comiéndose a gente viva e intentando comerme a mi... No mama, no tomo drogas y no bebo, lo que hoy a pasado ha pasado de verdad, aunque parezca una locura.- Dije seria.
- Pero, es que parece una locura, los policías no te creen, piensan que te drogaste o algo así.-
- ¿Y que? Que recojan pruebas, que lo investiguen, es la verdad...- Dije desesperada. Si, podía parecer una locura, pero era real, ese tipo se levantó después de haber muerto desangrado en mi baño, y atacó a su compañero ¿Una persona normal aria eso? No creo... No sabia que había pasado, pero tampoco quería saberlo, me resultaba aterrador, francamente tenia miedo...
* * * * * * * * * *
18 de enero del 2012.

Aún no había ido al instituto después del shok, no me apetecía nada. Ese día vino a visitarme Aly (se podría decir que mi mejor amiga).
- Hola.- Me saludó y me dio dos besos -¿Que tal después de todo?-
- ¿Como mierda te has enterado?- Pregunté
- Mmmmmm lo sabe medio pueblo... radio patio- Contestó ella. -Pero no te rayes...-
- Que no me raye, já.-Dije, no me podía creer que medio pueblo lo supiera. -¿Como se han enterado?-
- Tu madre se lo dijo a la mía, más los vecinos tan guays que tienes que lo han ido difundiendo...-
- Perfecto.- Dije y me senté en la cama.-Es lo que me faltaba, que ahora se pongan todas las marujonas a cuchichear....-
- Jesica, ¿que pasó de verdad? La... la gente dice cosas, cosas que parecen una locura.- Se sentó a mi lado y me miró seria, casi nunca me llamaba por mi nombre, solo cuando la situación era preocupante lo hacía.
-¿Que es lo que dicen?- Pregunté mirando al suelo.
- Que mataste a dos tíos, que uno de ellos que supuestamente estaba muerto te atacó, dicen que ibas drogada y esas cosas.- Contestó ella.
-¿Y tu que crees?- Dije, estaba empezando a cabrearme muchísimo e intentaba recordar mis ejercicios de auotocontrol. Ella me miró y no contestó. - Mira, yo solo me defendí de uno de ellos, el resto lo hizo el, yo solo quería sobrevivir a esa mierda.-
-Entonces, resucitó ¿No?- Me miró como si no me creyera, y no me extrañaba...- A lo mejor fue una alucinación.-
- Y por eso acabó en mi cocina, no Aly, no, era real. Tan real como el que tu estas aquí....- Dije.
- Estas diciendo, que era un zombie, ¿no ves que parece una locura sacada de película?- Dijo ella con tono preocupado. La miré, la verdad es que si que parecía una locura, pero no lo era.
- Jesucristo resucitó al tercer día ¿consideras que es un zombie?- Dije, sabia perfectamente que no la gustaba que me metiera con la religión, pero quería que me comprendiera.
- No es lo mismo-
- Si, si que lo es, tu crees que caminaba sobre el agua y que convertía el ag...- Me cortó.
- No te metas con la religión- Dijo.- Entiendo que estés enfadada, pero admítelo, es una locura.-
- Si, lo es, pero tienes que creerme...- Dije, tenia la tonta esperanza de que alguien me creyera....
- Vale, te creo- Miró el reloj - Bueno se hace tarde, tengo que irme, mañana si quieres me paso por aquí...- Me dijo, me dio un abrazo y se fue.
Quizá tenia razón, y estaba loca. Pero parecía tan real... no se...
Me baje al piso de abajo y encendí la tele del salón, se pusieron las noticias de última hora.
Se había descubierto hace unos cinco días  una nueva enfermedad en África , ya habían muerto varias personas por esta enfermedad y para que no contagiaran a nadie fueron enterradas inmediatamente.
Sabia que no podía ser nada bueno, que detrás de esa noticia tan fugaz tenia las respuestas a mis preguntas, pero no sabía que hacer...
Empecé a pensar, ¿Y si el ladrón había visitado recientemente África y se había contagiado? No, era imposible, seria como en las películas de zombies, demasiado obvio, tenia que ser otra cosa y pensaba averiguar que era.
De pronto me sonó el móvil, era mi madre.
-Jesica.- Dijo algo alterada.
-Que pasa.- Contesté.
-El segundo ladrón, al que dices que atacó su compañero... Hoy le iban a hacer la autopsia y ya no esta, dicen que ha matado a los forenses que se la iban a hacer...- Dijo ella fatigada.
-¡¿QUE?!.-No me lo podía creer...- ¡Mama, tienes que decirles que es la enfermedad de África!-Dije, estaba completamente segura que esa era la causa.
- ¿Que enfermedad...?-
-El que ha salido en la TV... es, es eso estoy segurisima, y lo han traído aquí, van a provocar muchos muertos, la trajo el tío que...- Me callé, no era capaz de decirlo, no era capaz de decir que una chica de 18 años había matado a alguien.
-Jesica, no digas gilipolleces.-Dijo ella y colgó.
En ese momento todo se desmoronó, sabía que era eso y nadie me iba a creer, ni mi propia madre, el mundo estaba condenado y nadie quería darse cuenta...
Esas muertes no eran más que el principio.


Capitulo I: El comienzo de todo, 13 de enero.

Era una fría y nublada mañana del 13 de enero del 2012, me dirigía al instituto, pero no pensaba entrar, llevaba sin entrar casi dos meses, sin contar las vacaciones de navidad...No quería entrar a clase no aguantaba en ese lugar, lo odiaba con todas  mis fuerzas.
Me dirigí a un árbol de un parque cercano a mi casa, el árbol al que iba todas las mañanas y en donde me despejaba de todo, era como si desconectara de la vida, como si todo lo que estaba a mi alrededor desapareciera. Estaba sola, pero me gustaba esa sensación. 
En ese momento pasó por delante Jack, un compañero de clase, una de las pocas personas a las que no odiaba y que siempre me ayudaba...
-Hey, que pasa.- Me dijo y me dio dos besos.
-Que pai- Le dije, nunca comprendí por que mierda decía que pai pero me hacia mucha gracia.
-Hoy tampoco entras¿No?-
-No.- Dije -No tengo nada que hacer, ya no tengo futuro.- Y esbocé una leve sonrisa, aun que la verdad que no e hacia ninguna gracia...
-Deberías entrar...- Dijo -Pero bueno, tu sabrás que quieres hacer con tu vida, nadie puede obligarte a nada.-
-No me des tu también la charla, por dios.-Dije, estaba cansada de que todos me dijeran lo mismo.
-Bueno lo dicho, ya nos vemos.- Me dio dos besos y se fue. Dejé mi mochila en el suelo y me senté en el frio césped.
-Joder, mi vida es una mierda.- Dije en voz alta. Saqué un cuaderno de la mochila y me puse a escribir sobre el odio que sentía hacia todo...Me puse los cascos a todo volumen y desconecté de todo.
Pasó como una hora y media (o eso me pareció a mi) y me quité los cascos, miré a mi alrededor y vi a las marujas andando y hablando de sus chismes, que pena, señoras de 45 a 50 años con más vida social que yo, doy asco.
Me levanté y miré la hora, las 11:35, llevaba más de tres horas sentada en el césped con música y cagándome en la humanidad. Que rápido pasa en tiempo cuando solo sientes odio.
Guardé mis cosas en la mochila, estaba cansada de estar ahí, sin hacer nada, así que decidí irme a casa, le pondría una escusa tonta a mi madre y punto. Empecé a caminar, notaba algo raro como si fuera a pasar algo malo, iba pensando en mis cosas cuando crucé un paso de cebra sin mirar y un coche paso rapidísimo delante mía, casi me atropella. 
-Dios, que poco me ha faltado.- Murmuré y seguí caminando hacia mi casa, entré tranquilamente y deje las llaves en la mesa de la entrada. -Mama no tenia clase estas tres últimas horas y me he venido a casa.-  pero nadie me contestó.-¿¡Mama!?- nada, que nadie contestaba así que busqué a mi madre por toda la casa.- Joder, si se había ido a comprar...- murmuré y me dirigí al salón para sentarme a ver la televisión. Justo cuando iba a encenderla escuché un ruido en la puerta, (no es ella) pensé (aún no ha pido llegar...) se empezaron a escuchar golpes fuertes, no sabía que hacer. Decidí subir a la planta de arriba y entonces la puerta se abrió de par en par, me asomé un poco para ver que pasaba, vi a dos hombres con pasamontañas.
-Venga, cojamos todo lo posible.- Dijo el primer hombre, con voz ronca.
-Tu busca en la planta de abajo, yo iré arriba.- Dijo el segundo hombre. Se escucharon pasos, esos tios habían entrado a mi casa a robar, y yo esta dentro...
Fui al cuarto de baño sin hacer ruido cerré con cuidado, cogí mi móvil y llamé a emergencias.
-Emergencias, dígame.-
-Socorro, hay unos hombres en mi casa, van a robar, ayúdeme.- Dije en voz baja
No se preocupe, dígame donde viv...-Se cortó.
-¿Hola?¿Hola?- Dije, pero no había respuesta, miré el móvil, se había acabado la batería.-No, no, no, no, no-dije intentando encenderlo, pero era imposible. Miré a mi alrededor para buscar algo con lo que defenderme, abrí un cajón y vi las tijeras de cortar el pelo que compró mi madre hace tiempo, las cogí y me puse detrás de la puerta, si  entraban en el baño estaría perdida. Escuché unos pasos en la planta de arriba y de repente se dejaron de escuchar. Vi con horror como se movía el pomo de la puerta, no sabia que hacer.
La puerta se abrió y vi en el reflejo del espejo al segundo hombre, llevaba un pasamontañas, solo se le podía ver la boca y los ojos. No sabía que hacer, de repente me miró y me quede helada, había algo en su ojos que me aterraba, antes de que pudiera reaccionar sujeté con fuerza las tijeras y le apuñalé con ellas en el cuello, si algo había aprendido en el instituto es que si te cortan la carótida estas realmente jodido. Me salpicó muchísima sangre el hombre se desplomó y el suelo se empezó a volver de color rojo. -Dios mio, he matado a un hombre...- Murmuré con lágrimas en los ojos.
El ruido del hombre al desplomarse alertó al otro que le llamó.
- Marck ¿que haces?- dijo, pero no obtuvo respuesta. -Joder- dijo y empezó a subir las escaleras. Yo salí corriendo con la desgracia de chocarme con el. Me cogió de los hombros y me estampó contra la pared, las tijeras salieron despedidas y el hombre me cogió de una pierna mientras yo me arrastraba.
-¡SUÉLTAME!- Grité con todas mis fuerzas, pero no servia de nada, empecé a patalear y a intentar huir usando los brazos como impulso, me agarré a la barandilla de la escalera y en ese momento escuché un grito a mis espaldas y el hombre me soltó, mire hacia atrás y perpleja vi como el hombre al que apenas unos minutos había visto desangrarse en el suelo de mi baño se había levantado y estaba atacando a su compañero, me levanté corriendo y vi como le mordía en un brazo y luego en el cuello. Los dos cayeron al suelo y el segundo hombre le empezó a abrir la tripa, y a comerse a su compañero. salí corriendo a la cocina a por el teléfono parra llamar a la policía pero el hombre me siguió. Caminaba muy lento, el pasamontañas se le había roto, mostrando una piel grisácea, sus ojos se habían vuelto totalmente grises e inyectados en sangre y hacia un ruido extraño, era como si gruñera.
Busqué algo con que defenderme y vi los cuchillos de cocina, justo delante de el, le tiré un plato a la cabeza que hizo que se tambaleara, cogí un cuchillo y se lo clavé en la cabeza.
Ese ser no era humano, no sabia que era, pero estaba convencida de que no era humano...



domingo, 4 de marzo de 2012

Efecto Zombie

Dicese cuando te levantas por la mañanas y no eres tu hasta las 4 de la tarde.